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La música no debe parar

El sector musical será uno de los últimos en salir de la crisis causada por el coronavirus y tardará mucho más en volver a ser como antes. Por este motivo, en muchos directos se intentaba lanzar un mensaje de concienciación: cuando todo esto pase, el mismo artista que ofreció un directo en Instagram para amenizar nuestra tarde va a necesitar que la gente vaya a su concierto y que le compren discos y merchandising. Para que se sigan haciendo canciones que nos emocionen, esos artistas tienen que seguir pudiendo dedicar su tiempo a componer; para poder disfrutar de conciertos, todo lo que los rodea tiene que seguir existiendo. 

Adrián de la Fuente es técnico de sonido y miembro del grupo Sic Transit Gloria. Se sintió apoyado con la campaña #SomosMúsica y desde la cuenta de Instagram de la banda compartía esa misma petición de ayuda.

Después del confinamiento

Durante el confinamiento se hizo evidente la importancia de la cultura. Cuando todo se detuvo y prácticamente todo el país se quedó en casa, la compañía con la que contamos y a lo que dedicamos nuestro tiempo fueron los libros, las películas, los videojuegos, las series y la música. Sin embargo, también se hicieron más notables los problemas del sector como la desregulación y la falta de normativas claras. Por ello, muchos profesionales expresaban sus deseos de que, pasada esta situación, se trabaje para mejorar las condiciones laborales de tantas personas. La plataforma Somos Música lanzó la campaña #DignidadParaLaMúsica, que reunió a varios artistas que reivindicaban los derechos de los trabajadores de la música y de la cultura.

#DignidadParaLaMúsica

La desescalada permitió volver a los escenarios de una manera muy distinta a como estábamos acostumbrados. La distancia de seguridad, las mascarillas y el aforo limitado serían las claves de los nuevos conciertos, a los que se dedicaba mucho más esfuerzo para cumplir todas las medidas sanitarias. Duerme Simón pudo dar su primer concierto después del confinamiento el 25 de julio en la sala Vesta, en Madrid. Virginia cuenta que fue muy emocionante: «teníamos muchísimas ganas de pisar de nuevo un escenario y ya queremos repetir. Fue diferente, pero estamos muy orgullosos de cómo salió y gracias al equipo pudimos demostrar que se puede hacer cultura de forma responsable».

La vuelta al escenario de Duerme Simón

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Cuando se declaró el estado de alarma, el sector se preguntó qué iba a pasar con la música; meses después, esa incertidumbre se mantiene. De los conciertos híbridos (retransmitidos desde la sala por streaming) a las nuevas medidas de seguridad en festivales, la música se sigue adaptando a la situación y sus profesionales son cada vez más conscientes de que las condiciones de trabajo deben mejorar. En el mundo de la música y de la cultura, la nueva normalidad debería venir acompañada de intentos de solucionar los problemas que el sector ha arrastrado durante años.

Ahora, tras los meses de confinamiento y entre tantas cancelaciones, cada concierto que se celebra es un regalo. Sin embargo, el sector no se ha recuperado y le costará mucho hacerlo. La campaña #AlertaRoja, difundida por redes sociales, pretende concienciar sobre su estado. El 17 de septiembre se convocaron manifestaciones en numerosas ciudades del país para visibilizar el problema que supone la falta de espectáculos, respetando las recomendaciones sanitarias, reivindicando que la cultura puede ser segura y que necesita volver a las salas y escenarios. Como afirma Iseo, «la música, para que esté sana, tendrá que volver a salir fuera del marco de la pantalla del móvil». 

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