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Cancelaciones e incertidumbre

La crisis sanitaria causada por el coronavirus supuso un gran golpe para el sector de la música, que depende en gran parte de los espectáculos en vivo. Artistas y salas ya llevaban días debatiendo si debían cancelar o no sus conciertos cuando el 10 de marzo llegó la confirmación. El ministro de Sanidad anunciaba la cancelación de los eventos de más de mil personas para evitar la propagación del coronavirus, así como la reducción del aforo del resto de eventos a un tercio del disponible. 

Festivales, conciertos en salas grandes y pequeñas, entregas de premios... Todo se detuvo en unos días llenos de incertidumbre y preocupación en todo el sector. Poco después, entre los conciertos y festivales surgieron varias campañas de concienciación y visibilización. Una de ellas fue #MeQuedoSinTrabajo, impulsada por la Unión Estatal de Sindicatos de Músicos, Intérpretes y Compositoras, que proponía medidas urgentes para hacer frente a la crisis del sector musical. 

Campaña #MeQuedoSinTrabajo

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Muchas personas llevaban meses trabajando para preparar conciertos y festivales y algunos habían vendido ya una gran parte de las entradas. La devolución de esas entradas dependía entonces de las compañías aseguradoras y de qué situaciones estaban cubiertas por las mismas. Muchos festivales retrasaron la noticia de la cancelación a la espera de que se declarase el estado de alarma o medidas similares en las fechas en las que se iban a celebrar.

 

Ignacio Gallego, profesor del Máster de Industria Musical de la UC3M, habla de los distintos efectos que esta crisis puede tener en el sector. «Hay muchos matices», afirma. «No es igual Mad Cool que un festival pequeñito. Un festival que esté respaldado por LiveNation tendrá más poder de aguantar, pero para un festival mediano que no tenga una gran empresa detrás será mucho más complicado aguantar un golpe como este».

El Madrid Popfest pudo aguantar mejor este duro golpe gracias al apoyo de su público. Este festival autogestionado, sin ánimo de lucro y centrado en el género indie pop iba a celebrar su décima edición el 13 y 14 de marzo en la sala Galileo Galilei. El festival creció a partir de la octava edición, contando con un mayor público y presupuesto, pero la esencia de militancia y comunidad se mantuvo. El 10 de marzo por la mañana anunciaron que todo seguía adelante conforme lo planeado, pero cuando se anunciaron las nuevas medidas de reducción de aforos comenzaron cinco horas intensas para el equipo del Madrid PopFest. Después de barajar todas las opciones, comunicaron a través de redes sociales la cancelación del festival. 

Madrid PopFest 2020

Cartel con horarios del Madrid PopFest 2
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Cartel con horarios de los DJs del Madri

Las salas y los espacios de música en vivo aplazaron los conciertos que tenían programados sin saber cuándo podrían llevarse a cabo. Las actuaciones en vivo son la principal fuente de ingresos en el sector musical y hay muchas personas que dependen de ellas además de los propios artistas, por lo que durante los primeros días tras la declaración del estado de alarma todo el mundo se preguntaba qué iba a pasar con la música.

 

Artistas y agencias tuvieron que replantearse sus planes, sin saber cómo avanzaría la situación. Todo se vio afectado: lanzamientos de discos, giras de conciertos, campañas de promo, grabaciones en estudio, ensayos… Todas las estrategias tuvieron que cambiar, a la espera de saber cuándo se podría volver a los escenarios. 

Cancelaciones e incertidumbre

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